POSTAL LESBIANA FEMINISTA
Cada año, en México durante la temporada decembrina se coloca una escena realizada con figuritas de barro que representa el nacimiento del Jesús de la tradición cristiana. Esta idea surgió como una estrategia pedagógica usada por los misioneros encargados de evangelizar nuestras tierras durante la colonización española. Hasta hoy se sigue replicando con hermosos trabajos... realizados por artesanas con diversos materiales, colores y formas.
Cuando mi hija era pequeña, de unos tres o cuatro años, veía que en todas las casas y escuelas ponían “nacimientos” y, siendo tan llamativos, quería tener uno para ella. Me preguntaba: ¿Son nacimientos de qué, qué nace? Y yo le inventé que nace lo que una quiere, que podríamos usarlos para representar sueños o deseos o ideas de lo que creíamos posible o necesario.
Nuestros primeros nacimientos tenían dos figuras de “vírgenes” que colocábamos besándose y mi abuela se enojaba. Había también una niña diosa, y cuando la gente preguntaba a Ori cómo sabía que la muñequita era “niña”, respondía que porque no tenía pene y usaba vestido. Ella se quedaba muy contenta con su explicación.
También hemos tenido nacimientos en donde los personajes eran muñequitos zapatistas, con dos comandantas ramonas en el centro que tenían a otra pequeña envuelta en trapitos como la consigna del otro mundo posible. En otro año nuestro nacimiento estuvo dentro de la panza de una olla de barro. También hubo nacimientos con todo tipo de animales y personajas reunidas en asamblea, con una A libertaria dibujada en la pared.
Hace unos tres años, hemos conseguido algunas hermosas mujeres de barro, que son morenas y trenzudas como nosotras , por lo que hemos decidido que este “nacimiento” no puede ser otra cosa que ellas/nosotras reunidas en fiesta, rompiendo la piñata, en comunidad, con otras, sus hijas e hijos y las animalitas que nos acompañan.
Es una niñería, sin embargo nos alegra la vista al paso de los días. Además, pienso que en estos momentos, en que andamos tirando hojas doradas y comenzamos a entrar en el bajo tierra invernal es momento propicio para todo tipo de acto ritual-amoroso que presagia el futuro que llegará cuando sea de nuevo tibio el viento que bese nuetras cuerpas .
Como es tan buena excusa para recordar-soñar esto que comenzamos a parir, donde un día festejaremos bailando bajo la luna, sembraremos grandes papales y tomaremos atole de amaranto; les comparto esta escenita tan bonita que hemos puesto en la Casa Tlatelolca con Ori, Nash, Robin Abdala y yo.
Comienza la época de frío, la época de acurrucarse y soñar. Yo soñaré con ustedas.
Hasta próximas lunas.
Patricia Karina Vergara Sánchez
Cada año, en México durante la temporada decembrina se coloca una escena realizada con figuritas de barro que representa el nacimiento del Jesús de la tradición cristiana. Esta idea surgió como una estrategia pedagógica usada por los misioneros encargados de evangelizar nuestras tierras durante la colonización española. Hasta hoy se sigue replicando con hermosos trabajos... realizados por artesanas con diversos materiales, colores y formas.
Cuando mi hija era pequeña, de unos tres o cuatro años, veía que en todas las casas y escuelas ponían “nacimientos” y, siendo tan llamativos, quería tener uno para ella. Me preguntaba: ¿Son nacimientos de qué, qué nace? Y yo le inventé que nace lo que una quiere, que podríamos usarlos para representar sueños o deseos o ideas de lo que creíamos posible o necesario.
Nuestros primeros nacimientos tenían dos figuras de “vírgenes” que colocábamos besándose y mi abuela se enojaba. Había también una niña diosa, y cuando la gente preguntaba a Ori cómo sabía que la muñequita era “niña”, respondía que porque no tenía pene y usaba vestido. Ella se quedaba muy contenta con su explicación.
También hemos tenido nacimientos en donde los personajes eran muñequitos zapatistas, con dos comandantas ramonas en el centro que tenían a otra pequeña envuelta en trapitos como la consigna del otro mundo posible. En otro año nuestro nacimiento estuvo dentro de la panza de una olla de barro. También hubo nacimientos con todo tipo de animales y personajas reunidas en asamblea, con una A libertaria dibujada en la pared.
Hace unos tres años, hemos conseguido algunas hermosas mujeres de barro, que son morenas y trenzudas como nosotras , por lo que hemos decidido que este “nacimiento” no puede ser otra cosa que ellas/nosotras reunidas en fiesta, rompiendo la piñata, en comunidad, con otras, sus hijas e hijos y las animalitas que nos acompañan.
Es una niñería, sin embargo nos alegra la vista al paso de los días. Además, pienso que en estos momentos, en que andamos tirando hojas doradas y comenzamos a entrar en el bajo tierra invernal es momento propicio para todo tipo de acto ritual-amoroso que presagia el futuro que llegará cuando sea de nuevo tibio el viento que bese nuetras cuerpas .
Como es tan buena excusa para recordar-soñar esto que comenzamos a parir, donde un día festejaremos bailando bajo la luna, sembraremos grandes papales y tomaremos atole de amaranto; les comparto esta escenita tan bonita que hemos puesto en la Casa Tlatelolca con Ori, Nash, Robin Abdala y yo.
Comienza la época de frío, la época de acurrucarse y soñar. Yo soñaré con ustedas.
Hasta próximas lunas.
Patricia Karina Vergara Sánchez