DÉCIMOQUINTO ANIVERSARIO DE
LUNAS,
LESBIANAS FEMINISTAS, LLF.
Yan María Yaoyólotl C.
21
agosto 2016
Aunque personalmente no comulgo
con la praxis anarquista porque políticamente me sitúo en el feminismo
socialista (marxista), rescato algunos aspectos del anarquismo que considero
complementarios a faltantes del proyecto comunista -de orientación ecofeminista
trotskista-. Obviamente, me refiero al anarquismo feminista, proletario,
social, crítico y comprometido y no al anarquismo patriarcal, individualista,
mercader, oportunista y mercenario al que llamo caotista (cuando es lúmpen) o
institucional (cuando es pequeñoburgués).
En esta perspectiva es que ubico
al grupo mexicano Lunas, Lesbianas Feministas (LLF). A lo largo de sus
15 años de trabajo (a partir de 2001), LLF ha tratado de mantener una
congruencia entre su teoría y su práctica en la amalgama: feminismo y
libertarismo (libertarismo, una de las corrientes del anarquismo),
evidentemente con aciertos y desaciertos como todos los grupos.
Y enfatizo “congruencia”
precisamente para marcar una diferencia con la vergonzante incongruencia de multitud de grupúsculos que
empezaron a surgir a partir de los 90 y especialmente en los 2000 cuando
las organismos internacionales desde el PNUD, FMI y agencias de cooperación
hasta gobiernos y empresas nacionales, empezaron a canalizar dinero
(financiamientos, fondos, recursos) para organizaciones que realizaran un
trabajo de defensa de los derechos humanos y civiles de las minorías sexuales, englobadas
en el concepto glbt, luego glbtti y posteriormente diversidad sexual.
A partir de entonces empezaron a
proliferar decenas de grupúsculos de jóvenas
glbtti disfrazadas o encubiertas de “lesbianas” (y adultas usando a
jóvenas, Closet de Sor Juana) de los
cuales sólo una minoría privilegiada ha podido responder a las exigencias de la
institucionalidad y la gran mayoría ha quedado sujeta a la moda posmoderna de la supuesta “radicalidad sexo-genérica” autodefiniéndose:
“antipoder, antinormativos, antisistémicos, antiautoritarios -es decir,
antiinstitucionales o antigobierno-; y antiesencialistas y antifundamentalista
–es decir-antiizquierda , antisocialismo y antifeminismo)”.
Grupúsculos, de los cuales, los queer, funcionan como correas de
transmisión de la globalización neoliberal posmoderna (GNP) para desarticular y
desmantelar a los grandes movimientos y luchas sociales, sintetizado en la
noción: disolución de las identidades, particularmente al movimiento de
lesbiana. Movimientos y luchas que a pesar de todas sus deficiencias habían
caracterizado el enorme poder social que surgió intermitentemente durante la
llamada modernidad y con gran fuerza después de la Segunda guerra mundial.
Grupúsculos (muchos de ellos
integrados por una persona, su amante o sus empleadas) que conforman muchas de
las llamadas ongs u ocs y sus supuestas Redes de lo mismo, que se han dedicado manipular
y desprestigiar los conceptos por un lado, de feminismo y por otro, de
anarquismo, autodefiniéndose “radicales” o hasta “autónomos” (nociones básicas
del anarquismo) de una manera mal fundada, totalmente equivocada y
profundamente contradictoria.
Dichos grupúsculos se han
presentado como altamente innovadores, avanzados y vanguardistas porque han
utilizado, reciclado, conceptos que en su momento histórico fueron
profundamente confrontativos contra el sistema social y político patriarcal o
capitalista, como: subversión, disidencia, rebeldía, trasgresión,
antiesencialismo o antifundamentalismo. Rompiendo –aparente y engañosamente- con
las ideas viejas, anacrónicas y atrasadas del feminismo de la modernidad,
principalmente el “setentero” o “Segunda ola”. Conceptos que son utilizados por
la GNP precisamente contra los movimientos y organizaciones sociales que les
dieron origen: desde los obreros, campesinos, populares, migrantes e indígenas
hasta los de jóvenes, estudiantes, ecologistas, contraculturales, homosexuales
y… de mujeres.
Conceptualizaciones que
precisamente ha requerido la GNP -capitalismo salvaje- para acabar de aniquilar
a dichos grandes movimientos y luchas sociales a través de la fragmentación,
descentralización, atomización, desregulación, desidentificación, entrópicos,
sintetizados en: la disolución de las identidades (Judith Butler). Así como la
liquidación del pensamiento crítico y revolucionario que los guiaba con todas
las carencias y limitaciones que pudiera tener. Produciendo pensamientos sofísticos, falaces, ambiguos y engañosos
diseñados específicamente para confundir a través de enunciados (ideas)
supuestamente muy avanzados o radicales (Foucault) que, en realidad, responden
a una práctica totalmente reaccionaria, derechista, anti revolucionaria,
patriarcal y misógina.
Frente a esta realidad, el grupo LLF se ha mantenido trabajando sin depender de financiamientos
del gobierno, empresas ni la cooperación internacional, sino en la honrable sobrevivencia de la voluntad
feminista del trabajo colectivo solidario en comunidad.
El hecho de que no comulgue con
la praxis anarquista, no implica que deje de reconocer el valor del trabajo de
éste grupo (y algún otro más) que como isla se desarrolla en medio de un mar de vendimia y corrupción de muchos
grupúsculos y redes que actualmente se autodenominan “lésbicos” y hasta
“lésbicos feministas” únicamente para recibir financiamientos etiquetados:
“Para organizaciones de lesbianas”. Cuando ignoran cuál es el significado
político del lesbianismo y cuando su comportamiento es totalmente antilesbiano,
además de completamente antifeminista (Musas
de Metal) -feminismo que constituye la base sustancial del lesbianismo, más
no de la homosexualidad femenina, ni glbtti y menos queer-.
Una prueba de ello ha sido el enriquecimiento ilícito de muchas de las
teoricas o activistas visibles institucionalmente, que con dinero público o de
la cooperación internacional han creado una INDUSTRIA CAPITALISTA DEL
“LESBIANISMO” EN MÉXICO inventando fundaciones, consorcios, empresas o
negocios con un consumidor cautivo llamado: “mujeres lesbianas” (Patria
Jiménez&Gloria Careaga) desde el “tallerísmo” y “encuentrismo” superficiales,
triviales y banales; hasta la
instalación de bares, discos, clubs, hoteles, cuartos violeta, casitas,
orgifiestas hasta la producción y venta de artefactos sexuales, y,
paralelamente, por supuesto, el acceso (compra) de puestos en el gobierno u
organismos internacionales. Todo ello,…
mientras millones de mujeres lesbianas reales y concretas mexicanas enfrentamos
a diario la represión visible o no visible del sistema patriarcal. …El
problema no es que se enriquezcan, sino que dicha riqueza se deriva de la explotación
de las demás mujeres porque ésta es precisamente la mecánica del Capital
(transferencia de plusvalía).
Entonces, en medio de este océano de explotación humana y corrupción,
la existencia de grupos que trabajan con valores feministas y sociales es muy
loable y uno de ellos es Lunas Lesbianas Feministas.
Por ello, hay que reconocer que LLF
independientemente de las carencias o fallas que haya tenido, ha permanecido
trabajando altruistamente, sororariamente, sin dejar de operar por la paga
económica, con cientos de mujeres que llegan al grupo con problemáticas
emocionales, familiares y/o sociales muy severas; ofreciéndoles atención,
contención personalizada (depresiones, violaciones, intentos de suicidio) y/o
acompañamiento en procesos legales o judiciales, como por ejemplo: la custodia
de hijos.
Curiosamente, LLF
ha trabajado -sin proponérselo- con muchas de las prácticas y lineamientos
políticos con que inició el feminismo original de los 70 (el radical, no el
liberal capitalista), demostrando que es falso que la diferencia entre viejas y
nuevas feministas sea un “problema generacional” como afirman muchas jóvenes
posmodernas, sino un problema de posición política.
Entre algunos de dichos lineamientos destacan:
-La autonomía. La autonomía política del movimiento de mujeres
feminista (sin la cual no podría existir ningún movimiento social) ha sido
calificada por la ideología glbttti como excluyente y sectaria, y combatida por
los teóricos queer (TQ) como el principal blanco a destruir (para acabar con la
organización política de las mujeres). Dicha
autonomía se refiere a mantener la independencia de: gobiernos, empresas,
partidos, organismos internacionales, academia, religiones, etc.; pero,
también, en las dos últimas décadas, de la entrada -inducida por las Agencias
internacionales- de hombres transgénero al movimiento de mujeres que ni son
feministas ni les interesan los asuntos de las mujeres y que lo penetran con el
objetivo de canalizar recursos de las mujeres a los asuntos
médico-farmacéuticos-cosméticos propios de la transgeneridad o transexualidad,
o colocarse ellos mismos como directivos o ideólogos del propio movimiento de
mujeres.
- El lesbofeminismo. El lesbofeminismo surgió como concepto
político en respuesta contra los grupúsculos de mujeres glbtti que empezaron a
autonombrarse “lesbianos” para poder recibir financiamientos dirigidos
(etiquetados) específicamente: “para lesbianismo”. Concepto creado para aclarar que el lesbianismo no era un asunto
sexogenital sino político y que por tanto se encontraba fuera de la esfera
glbtti y con más razón de la llamada diversidad sexual y que el lesbianismo no
podía concebirse sin el feminismo. Sin embargo, actualmente ya también mercaderes
de la diversidad sexual se han apropiado del término.
- La comunidad. La
comunidad es entendida como la vida cotidiana compartida entre mujeres, incluidas
sus hijas, y también hijos no machistas; superando la rivalidad y la
competencia que caracterizan las relaciones entre mujeres dentro del
patriarcado y actualmente, entre las mujeres empoderadas. Promoviendo lo que LLF
llama: affidamiento, sororidad o sisterhood; la vida colectiva, el trabajo en
equipo, el bien común, el reconocimiento de las cualidades de cada una; el
cuidado y el soporte entre las integrantes, entre otros. Así como, la
eliminación de relaciones utilitarias y de uso entre mujeres, como agresivas o
violentas entre ellas, características de muchos grupos de mujeres
homosexuales, glbtti y sobre todo queer que reivindican el sadomasoquismo y la
esclavitud voluntaria de las mujeres.
- El cuerpo. La cuerpa como ellas lo llaman. El cuerpo territorio
sexuado como punto de partida. Ese
cuerpo que de origen nació con las características biológicas de mujer y que
por ello ha sido históricamente expoliado por el patriarcado a través de la
dominación de los hombres sobre las mujeres. Además, también, la
revalorización de un cuerpo relacionado con la posibilidad potencial de crear
vida y mantenerla, la maternidad, que muchos teóricos y teóricas queer
repudian como un poder de las mujeres (controlado por los hombres, de ahí la
penalización del aborto).
- La integralidad sana y lúcida
en el trabajo de grupo. La integralidad se refiere a la congruencia entre
teoría y práctica, así como también al mantenimiento de una actitud respetuosa
con una misma y las demás sin consumir tabaco, alcohol ni drogas -mínimamente
durante el trabajo colectivo del grupo- ya que alteran la autoconciencia y el
respeto mutuo. Y no por razones morales
sino políticas ya que éstos elementos han sido instrumentos y mecanismos de
control y sobre todo, de desarticulación de los movimientos sociales por parte
de los grupos de poder. Así como la adopción de métodos de vida y
alimentación sanos como el vegetarianismo o veganismo, la yoga y el
entrenamiento en artes marciales para adquirir seguridad y autodefensa ante la
violencia de los hombres y la ritualística antireligiosa.
- El separatismo. El separatismo ha constituido el alma de
poderosos movimientos sociales a nivel internacional (también llamado:
autonomía, independencia, autodirección, soberanía, autodeterminación); la
postura política más radical a nivel de países, regiones, razas, etnias,
clases, sexos, religiones, etc. y la más comprometida de dichos movimientos
contra el entreguismo, adaptacionismo o integracionismo de las posturas
políticas moderadas, temerosas y tibias. Separatismo profundamente repudiado y
combatido por la derecha feminista y por las teóricas posmodernas que lo acusan
de “esencialista y fundamentalista” precisamente porque éstas feministas e
intelectuales sirven al Sistema GNP que requiere mantener sometidos a los
movimientos y las luchas sociales bajo la mecánica de su lógica de dominación, funcionando aquellas como agentes
político-intelectuales para lograrlo.
- El patriarcado. El feminismo no existiría si no existiera el
patriarcado, la razón de ser del feminismo es la existencia del sistema social
económico y político patriarcal, siendo el feminismo su antagonista o
destructor y a la vez, el constructor de una nueva propuesta de organización
social mundial no opresiva para las mujeres y por consecuencia para los hombres
oprimidos. Por tanto, negar la existencia
del patriarcado, minimizarla o dejarla de lado es una postura patriarcal como
lo hace la sadomasoquista Gayle Rubin, y el posfeminismo posmoderno
particularmente posestructuralista. Pero, también, el apropiarse y manipular el
concepto “patriarcado” como hacen muchos queer revolviéndolo y mezclándolo con
ideas falaces, contradictorias y absurdas, es patriarcal.
- Compromiso con otras luchas sociales. El compromiso y la
solidaridad con las demás luchas de los sectores sociales oprimidos ha sido una
característica de LLF quien ha participado en apoyo y acompañamiento de otros
movimientos sociales campesinos, indígenas, populares, estudiantiles y
particularmente de mujeres contra la desaparición, la pederastia, la trata y el
femicidio. Mientras los grupúsculos institucionalizados se distraen con los
derechos civiles (matrimonio gay) e instalándose en los aparatos de poder y los
caotistas gozando sus orgasmos en los cuartos violeta, las masturbaciones
públicas y las orgifiestas (Diana Torres).
Por ello, considero que las Lunas, Lesbianas feministas se
encuentran jugando un papel importante en un momento histórico de profunda
corrupción y decadencia del feminismo institucional y lúmpen, como parte de una
valiente resistencia de algunas organizaciones que, desde la marginación
y el anonimato, continúan trabajando con y por las mujeres, ante un cada vez más poderoso neopatriarcado fortalecido precisamente
por la anexión del feminismo vendido a éste y por tanto, traidor al principio
fundamental del feminismo: la emancipación de las mujeres.
Gracias compañeras de LLF.
Obra:
"MIS KA´AN Ú"
Autora:
Yan María Yaoyolotl