viernes, 1 de abril de 2016

AUTODEFENSA LESBOFEMINISTA


AUTODEFENSA

Las Lunas, Lesbianas Feministas compartimos algunas estrategias de autodefensa y autoprotección que nos han servido en la vida diaria. Las ponemos por aquí por si son de utilidad a otras mujeres y/o lesbianas:

- En un medio de transporte público muy saturado, mantener los codos doblados hacia atrás o a los lados para crear un espacio libre que te separe de cualquier tipo que quiera repegarse a tu cuerpo o para poder darle un codazo si insiste en pegarse a ti. (También se pueden usar libretas u otros objetos)
- Evidenciar el acoso públicamente, si te molesta algún tipo con su cuerpo. Hablar muy fuerte o incluso gritar que te está molestando. *Nota: muchas veces te llaman “loca” o te dicen que no estaban haciendo nada, pero lo importante, para nosotras, es que se ven obligados a alejarse de tu cuerpo.
- Cuando vayas a conocer una persona nueva o vayas a un lugar desconocido, avisarle a alguien de confianza dónde estarás, a quién vas a ver y mantenerte en contacto una vez realizado el encuentro. Puede ser por teléfono, mensaje o cualquier medio.
- Romper el estereotipo de “mujer deseosa de agradar” que ellos ven en su presa: si sientes acoso a través de miradas, que se pagan a tu cuerpo en el transporte público, persecución, etc.: hacer alguna acción que no te muestre sumisa o prototípica: puedes como rascarte ostensiblemente las axilas, lanzar un escupitajo, tirarte un pedo, gritar groserías, sacarte los mocos, eructar, etc.
- Practicar el fingir la calma y respirar profundamente, para que en un caso de una emergencia, esto ayude a verte fuerte y menos vulnerable.
- Fingir un encuentro con alguien conocido cuando te sientas perseguida, finge que saludas de lejos a alguna persona que viene detrás del presunto agresor o acércate a un grupo de personas como si las conocieras.
- Crear códigos de seguridad entre tus conocidas, amistades, hermanas, para que en caso de una emergencia, todas entiendan qué significa alguna frase o sonido determinado y corran, se retiren o vayan en tu ayuda.
- No caminar pegada a la pared porque facilita ser acorralada o jalada al interior de una vivienda. En medida de lo posible, no ir en el sentido de los autos.
- En una fiesta o sitio público donde se quieren hacer los galancitos y se están pasando de pesados: Reírse a carcajadas señalando al acosador, bostezar o decirles en voz alta: “Me das hueva, eres patético, me estás acosando, lárgate”, etc. Ser explícita al señalar que te está molestando, para que la gente se dé cuenta de que algo está pasando.
- Tener la llave una cuadra antes de llegar a casa o al lugar a donde se va a entrar para no ser vulnerable buscando en las bolsas y poder estar a salvo si alguien te persigue y, además, llevándolas en el puño te dan la imagen de lista para defenderte.
- No subir al elevador, entrar a pasillos o escaleras solitarias con alguna persona o personas si tu intuición te pone alerta, Es mejor esperar un poco. Si en algún momento te quedas sola con ese- esos que te hagan sentir poco cómoda, salirte del elevador y esperar el siguiente o entrar a una oficina o tocar la puerta de un departamento, comercio o casa próximo para pedir ayuda.
- Si vas por la calle y te sientes en peligro puedes gritar: ¡Fuego! o ¡Se están robando su auto!, generalmente habrá varias personas que salgan por el bienestar de sus bienes materiales.
Ante todo, si sentimos que estamos en algún peligro, más vale equivocarse y pasarse de precavidas que correr el riesgo:
Hablar, gritar, señalar, pedir ayuda, correr, pegar… lo que sea necesario para mantenernos a salvo es autodefensa y es una práctica política feminista.

Saludos luneros lesbofeministas.

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